Carta de despedida

Carta de despedida.

Lo se, no es la mejor manera de despedirme de ti, pero cuando alguien se va tan pronto como tu lo has hecho ¿Cuándo lo es?, a pasado ya un tiempo de la ultima vez que te vi, aun lo recuerdo en la graduación hermoso momento para guardar en mi mente como la ultima vez que te vi, sin contar todos los años de estudios que pasamos juntos todos en la sección, que nos alegraste con tus ocurrencias amiga, pensar que hace menos de un mes estábamos planeando una salida y hoy simplemente ya no estas aquí, se me hace doloroso, imposible de similar, horrible de imaginar como tu con tu alegría y buen espirito has desaparecido como un soplo, eras tan vivaz que el solo imaginarlo parece una dolorosa paradoja.

18 años, escasos 18 años es lo que tu mi amiga poseías cuando semejante enfermedad te ataco, puedo decir que al igual que yo estabas dejando de ser una niña-adolescente y estabas apunto de entrar a la vida de una joven, pero lamentablemente tu partida -al menos por lo que yo creo- ha sido muy pronta.

Recuerdo tu buena actitud, tu gran gusto a los idiomas, y como no, tu amor al color verde, como amabas tal color, se me hace imposible no pensar en verde y a su vez pensar en ti.

Se me hace difícil no sentirme fatal escribiendo esto, pero se que tu te lo pasaste peor, el cáncer no es fácil, menos cuando fue tan delicado como el tuyo por lo qué en cierta parte, me alivia saber que tu dolor y sufriendo ya no existe, Dios no soporto verte mal y te a llevado a su lado y ahora te tiene en su gloria.

Debo disculparme, no pude ir a tu funeral, no quise, no pude, NO PUEDO, yo… yo no tengo el corazón para ir a tu funeral, porque me va terminar dañando que cada vez que vea a mis amigos y ex compañeros de clases, sea en semejante situación. No puedo pasar verlos a todos, pero por dos funerales en menos de dos meses, por eso amiga espero que me puedas perdonar por el hecho de no haber ido a darte un último adiós como merecías.

Por eso he decidido escribirte esto mi adiós hacia ti, mi despedida, mí hasta algún día.

Como no te vamos a extrañar si tu nos llenaste de alegría muchas veces con tus ocurrencias, un honor haber estudiado contigo casi toda mi vida y haber llegado a conocerte y una tragedia perderte tan pronto de este mundo, pero se que Dios te tiene en su gloria llena de alivio.

Buen viaje amiga.